Mary Ellen era una niña de nueve años de
edad nacida en la ciudad de Nueva York en 1866. Una trabajadora de la
caridad tuvo conocimiento de la situación de esta niña, que era golpeada
continuamente, herida con tijeras y atada a una cama. Mary Ellen también
presentaba síntomas de desnutrición severos y otras señales de maltrato
físico y negligencia.
Esta persona intentó
intervenir en defensa de Mary Ellen, acudiendo a diversas agencias de
protección, incluyendo la policía, el abogado del distrito y el
departamento de caridad del estado de Nueva York. Sin embargo, y puesto
que no existían en ese momento leyes que recogieran específicamente el maltrato de los
niños por sus padres o cuidadores, todos estos estamentos rehusaron
emprender cualquier tipo de acción o proporcionar ayuda. Todos los
intentos de intervención en favor de Mary Ellen fueron infructuosos hasta
que, en su desesperación, esta persona se dirigió a un miembro de la
Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales.
Puesto que los animales se encontraban legalmente protegidos del tipo de
violencia a que Mary Ellen se encontraba sometida, y puesto que Mary
Ellen era parte del reino animal, debía ser posible que esta sociedad
para la protección de los animales interviniera ante los tribunales en
defensa de esta niña.
El argumento que se
empleó en el proceso judicial era que Mary Ellen merecía, al menos, tanta
protección como un perro común. Sobre esta base, se ganaba en 1874 el
primer proceso judicial en Estados Unidos que defendía a un menor de los
malos tratos físicos y la negligencia. Como consecuencia del caso de Mary
Ellen, se formaría la Sociedad para la Prevención de la Crueldad hacia los
Niños”.
Publicado en G. Musitu y P. Allat (Eds.),
Psicosociología de la familia. Valencia: Albatros.
1994. Los Malos Tratos en la infancia:
tres décadas de investigación. Enrique Gracia Fuster.
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